Es frecuente que las Fundaciones se centren únicamente en su objetivo, obtener el máximo de ingresos posibles para destinar a sus fines, dejando un poco de lado las obligaciones y control administrativo, que en este tipo de organizaciones es incluso bastante mayor que en el resto de las entidades. Muchas veces se dejan estas tareas en manos de voluntarios que, aunque con la mejor de sus intenciones y capacidades, no están preparados profesionalmente para llevar a cabo todas las gestiones y obligaciones correctamente. Nos encontramos con la contabilidad desactualizada, con el desconocimiento de parte de las obligaciones administrativas y legales específicas, como presentación de cuentas anuales.

La normativa regulatoria en materia de Fundaciones exige el cumplimiento de un importante número de obligaciones y requerimientos (contabilidad analítica, cuentas anuales, memoria explicativa, plan de actuación, el Régimen Fiscal Ley 49/2002 y plan contable específico entre muchas otras). Esto hace que su labor administrativa juegue un papel clave para su buen funcionamiento.

El cumplimiento de dichas obligaciones facilita la consecución de mayor número de ayudas e incluso subvenciones, ya que mejora la transparencia de la gestión, y aporta el orden y claridad que el Protectorado espera de la Fundación.

Además, también hay que tener en cuenta otras peculiaridades en su gestión como: adopción de acuerdos por el patronato con redacción de actas, nombramientos de patronos, poderes, quorum para adopción de acuerdos o requisitos para modificaciones de estatutos con autorización previa.

En nuestro despacho llevamos muchos años asesorando y realizando esos trámites que requieren de un profesional cualificado y que facilitan la gestión de este tipo de entidades, con servicio contable, fiscal, laboral y jurídico.

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